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La música está por encima del baile y no al revés. Si los pasos que nos empeñamos en hacer no encajan con la música el problema es de los pasos —y quien los hace—, no de la música. El baile en pareja está organizado porque uno puede hacer lo que le plazca bailando solo pero, entre dos, hay que ponerse de acuerdo. Agrupar o seleccionar
bailes es tan tentador como simplificador, pero conviene
hacerlo con algún tipo de criterio más o menos objetivo,
especialmente si se pretende enseñar a otros. 'Los que
me molan y fardan' no es un criterio objetivo.
En España no existe ninguna titulación oficial que acredite a quien la posea como profesor de baile en pareja. Ser bueno en algo no equivale a ser buen profesor de ello. La mayor parte de la gente que se apunta a una clase sólo quiere aprender a bailar, divertirse un poco y conocer gente. No tiene sentido complicarles la vida desde el principio. El baile social y el de estilo escénico pueden mezclarse, pero en general no encajan bien entre ellos porque sus objetivos y fundamentos son diametrálmente opuestos. Faustino
Lafuente NOTA: Este texto se refiere sólo a la música popular y al baile en pareja. Lo que afirma no es aplicable cualquier tipo de música o baile.
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